La valorización de residuos —transformar desechos en recursos útiles— es hoy una palanca estratégica para las empresas industriales en el Perú. Más allá del cumplimiento normativo y la reducción de impactos ambientales, la valorización aporta ahorro de costos, generación de ingresos, resiliencia de la cadena de suministro y mejor posicionamiento ante clientes e inversionistas preocupados por la sostenibilidad.
¿Por qué interesa a la industria?
- Reducción de costos operativos: disminuir volúmenes enviados a disposición final reduce tarifas de transporte y disposición.
- Recuperación de valor: materiales valorizables (aceites usados, chatarra metálica, papel y cartón, plásticos específicos, baterías u otros) pueden comercializarse o reincorporarse a procesos productivos.
- Cumplimiento y reputación: las empresas con programas de valorización demuestran liderazgo y cumplimiento de la normativa ambiental peruana, lo cual facilita relaciones con clientes, proveedores y autoridades.
Tipos de valorización relevantes para la industria
- Valorización material: reciclaje y recuperación de materias primas (acero, aluminio, plástico, papel).
- Valorización energética: conversión de residuos no reciclables en energía (biogás, combustibles derivados).
- Valorización biológica: compostaje o recuperación de materia orgánica para uso agrícola.
En el contexto industrial, las valorizaciones más comunes son: aceite usado (valorización o compra para tratamiento), chatarra metálica, papel-cartón, plásticos de proceso y ciertos residuos electrónicos o eléctricos.
Requisitos operativos y de trazabilidad (lo que exige la práctica en Perú)
Para que la valorización sea viable y segura, las empresas deben:
- Revisión del “Plan de Minimización y Manejo de residuos sólidos no municipales”.
- Realizar auditorías en el área correspondiente, para identificar oportunidades de mejora.
- Implantar segregación en origen y contenedores rotulados según normativa.
- Contratar EO-RS autorizadas para recolección y transporte de residuos peligrosos y no peligrosos.
- Verificar que toda la documentación que se genere cuente con las autorizaciones correspondientes del Minam y otros.
- Asegurar acuerdos comerciales claros (precios, condiciones, certificación del tratamiento final, plazos de entrega de documentación).
Beneficios medibles y KPIs que conviene monitorear:
- Toneladas valorizadas por mes/año.
- Ingresos por venta de valorizables.
- Reducción de costos de disposición y transporte.
- Medición por huella de carbono
- Cumplimiento documental (% de manifiestos e informes presentados a tiempo).
Medir estos indicadores facilita decisiones en cuanto a temas de manejo de residuos sólidos en las empresas.
Riesgos y cómo mitigarlos
- Mercado fluctuante de valorizables: negociar contratos con cláusulas de ajuste y diversificar compradores.
- Contaminación cruzada: invertir en capacitación y controles en origen para asegurar calidad del material.
- Cumplimiento legal: mantener asesoría técnica y documental para evitar sanciones y garantizar trazabilidad.
Cómo empezar (hoja de ruta práctica)
- Diagnóstico inicial: auditoría de residuos y mapa de flujos.
- Diseño del proceso: puntos de segregación, contenedores, frecuencia de recolección.
- Selección de partners: EO-RS y recicladores autorizados con historial y certificaciones.
- Pilotaje: ejecutar un proyecto piloto en una línea o planta para ajustar procesos.
- Escalado y reporte: ampliar cobertura, automatizar indicadores y comunicar resultados.
La valorización no es solo una obligación ambiental: es una oportunidad competitiva para reducir costos, generar ingresos y fortalecer la sostenibilidad empresarial. Las industrias en el Perú que adoptan modelos de economía circular ganan eficiencia, mejoran su imagen y reducen riesgos regulatorios.
Si su empresa quiere diagnosticar oportunidades de valorización o coordinar la recolección y compra de valorizables (aceite usado, chatarra, baterías), en Perú Ambiental podemos ayudarlos con ello.
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